domingo, 2 de octubre de 2011

LÁSER EN ODONTOLOGÍA

LÁSER EN ODONTOLOGÍA

Desde 1960, en que fue creado el primer aparato de láser para uso medicinal, las investigaciones tendieron a buscar una herramienta capaz de mejorar las técnicas tradicionales y reemplazar al instrumental rotatorio de uso odontológico (torno o turbina).


Recién en 1997, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó la utilización del láser de Erbio sobre tejidos duros (diente).

Dicha aprobación fue conseguida por la firma Premier Laser Systems (USA) para su equipo denominado "Centauri".
Hasta ese momento, todos los láseres utilizados, resultaron ser muy útiles para su aplicación en tejidos blandos bucales (encías, frenillos, mucosas, etc.) siendo, por ende su mayor difusión en el campo de la cirugía y la estomatología.

Hoy sabemos que las aplicaciones del láser se han ampliado pudiendo ser utilizado en Blanqueamiento Dental, Cirugía, tratamiento de caries, tratamiento de dolores crónicos, etc.

LASER en una sigla de los vocablos ingleses "Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation" que significa "Luz Amplificada por Emisión Estimulada de Radiación" o, en otras palabras, una haz de luz altamente energético.
Ya que con propiedades específicas, y con la capacidad de interactuar con el tejido irradiado consiguiendo un efecto terapéutico.

En el caso de la caries dental, el haz de luz incide sobre el diente y elimina la zona enferma exclusivamente en forma superficial y pulsátil, siendo absolutamente segura su utilización.


Por otra parte, al ser su acción selectiva y puntual, se consiguen cavidades sumamente pequeñas y conservadoras, sin necesidad de desgastar grandes cantidades de tejido dentario sano.
Estas cavidades serán restauradas con Luz Halógena y materiales estéticos.

La acción del láser sobre el diente, al ser superficial, nos brinda como beneficio la casi innecesaria aplicación de anestesia, sin los consiguientes riesgos, sin pinchazos, y sin la desagradable sensación de adormecimiento al finalizar la consulta, pudiendo el paciente continuar normalmente con sus tareas habituales.

En conclusión, podemos decir que la Odontología del Siglo XXI, ya está en Buenos Aires, y consiste nada menos que en la eliminación del torno para el tratamiento de las caries, sin ruidos, sin vibraciones, sin dolor, sin anestesia, sin pinchazos y con restauraciones estéticas y mucho más duraderas.


Es nuestra obligación moral como Profesionales de la Salud, ofrecerle al Paciente lo mejor que la Ciencia y la Tecnología pueden proveernos y, si esos avances tecnológicos coinciden con las necesidades de nuestros Pacientes, el objetivo estará doblemente cumplido.

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